Melina and Cupcake

Melina went to her first 1st birthday party. Her friend Jordan had a playdate at Adventures in Wonderland, a big huge playground. For infants under 1, it's free. It was our first time checking it out. There were a lot of people on a Sunday.

Since outside food was not permitted, Jordan's mom gave us some cupcakes when we were leaving. We "hid" them at Melina's feet, and covered them with a blanket. We went next door to Angelo's, a larger version of Paesano's for coffee. It was bitterly cold so we covered Melina in her stroller. We were in the shop for a few minutes browsing around and didn't hear a peep from her. We assumed she was asleep after all the playing. So Lucas went to check on her...

Well, you can see the pictures and figure it out! We didn't even hear her eating the cupcake and the icing was all over her cheeks, her coat, and Senor Rana (Mr. Frog). After a taste of sugar, she had no afternoon nap at all! She finally crashed in the evening. After all we are trying to do to prevent a sugar-laden diet, it was ruined in one fell swoop. :)




Melina y "pirotín"

Melina tuvo su primera fiesta de cumpleaños. Su amiguito Jorgan celebró el acontecimiento en un parque de diversiones para niños de todas las edades. Para bebés menores de un año, la entrada es gratuita y esta fue la primera vez que llevamos a Melina allí. Al ser domingo, había muchísima gente: muchos bebés para jugar!

Traer comida de afuera no está permitido, así es que la mamá de Jordan nos dio unos pirotines que tenía en el momento en que nos íbamos. Los "escondimos" en el asiento de Melina, cerca de sus pies, y los cubrimos con una de las mantitas que usamos en el invierno. De allí, fuimos a un almacén muy pintorezco que está al lado del parque. Ayer hacía muchísimo frío (15 grados bajo cero, con sensación térmica de cerca de los 20 0 25 grados bajo cero) por lo que tuvimos que tapar a Melina y cubrirla lo que más se puede.

Cuando entramos al negocio, caminamos buscando algunas cosas que necesitábamos y de pronto nos damos cuenta que ya Melina estaba muy quietita. Lo que no había dormido la siesta, pensamos que ya estaba en ese asunto... Lo que nos encontramos fue con esto que pueden ver en las fotos. En cuestión de minutos, Melina comenzó a deborar uno de los pirotines, dejando huellas en sus cachetes, el carrito, las mantitas, todo. Hasta el pobre Señor Rana sufrió las consecuencias. ¡Nuestro plan de que se mantenga alejada de alimentos con mucho contenido de azúcar se fue por la borda en cuestión de segundos!